Las primeras huellas son muchas de golpe, claras y brillantes en el Camino recién dibujado, son huellas de locura, huellas de esperanza, huellas de Buscadores/as.
Algunas van del revés, algunas son de un solo pie, algunas son de pies descalzos, algunas se confunden, otras son más solitarias, hay de pies mojados, hay huellas de quien lleva mucho peso, otras más lijeras, hay huellas con cicatrices, y huellas apenas marcadas, hay huellas de buena voluntad, huellas que no entendieron nada, huellas de fé, las hay torpes y tropezadas, inseguras o fuertes, timidas o intrepidas, las hay que persiguen y las hay perseguidas, las hay que no se aguantan de la risa, las hay ingenuas,las hay sostenidas por otras, sorpendidas de ser, huellas de ojos muy abiertos, de sandalias o de tacón, huellas que se huelen, se sienten y se reconocen...
Son huellas de narices rojas, huellas que claman al viento su libertad.
Son huellas vivas, huellas torpes pero huellas dignas, y todas van en la misma dirección , que no es ninguna, más que este punto en el lejano horizonte por dónde aparece nuestra luz interior cuando nuestro corazón se abre, cuando nuestra conciencia despierta, cuando nuestra alma descansa por fín.
Todas ellas crean el Camino del Clown, las mías y las vuestras, huellas compartidas, que aman la Vida y la celebran. Huellas tontas y felices.
Bienvenidos/as.
Alain Vigneau.
30 Diciembre 2009
miércoles, 30 de diciembre de 2009
domingo, 29 de noviembre de 2009
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